Qué es y como quitar un ojo de gallo en el pie

Un heloma interdigital, también conocido como ojo de gallo u ojo de pollo, es una callosidad que se forma en los pies, principalmente entre los dedos. A diferencia de los callos comunes que suelen aparecer en las zonas donde hay fricción o presión constante, el ojo de gallo se caracteriza por su núcleo duro que puede llegar a ser doloroso. Esta condición puede ser molesta y causar incomodidad al caminar. En este artículo te contamos qué es y como quitar un ojo de gallo

¿Qué es un ojo de gallo en el pie?

Como comentábamos al principio del artículo, un ojo de gallo, también conocido en algunos lugares como ojo de pescado, ojo de pollo o clínicamente como heloma, es un tipo de callo que se forma comúnmente en los pies debido a la presión o fricción constante. Estos callos son áreas de piel endurecida que pueden desarrollarse en los huesos de los dedos de los pies o entre ellos. A menudo son dolorosos debido a la presión que ejercen sobre el tejido subyacente.

Pero... ¿Cómo es un ojo de gallo en el pie?

Este tipo de callosidad se caracteriza por tener un núcleo central que es más duro y denso, y que puede presionar los nervios subyacentes causando dolor, especialmente cuando se camina o se presiona sobre el área afectada. El ojo de gallo se diferencia de los callos más comunes por su forma y profundidad; son más redondos y tienen un núcleo central que penetra más profundamente en la piel. Estos ojos de gallo aparecen más a menudo entre los dedos, en el dedo gordo del pie, en el meñique e incluso en la planta del pie. 

¿Cuál es la diferencia entre callo y ojo de gallo?

Aunque ambos son tipos de helomas, los callos son más superficiales y dispersos, mientras que los ojos de gallo tienen un núcleo central doloroso y se forman en áreas de mayor presión entre los huesos. La gestión y el tratamiento de cada uno pueden variar, y en muchos casos, es beneficioso buscar la ayuda de un podólogo para abordar la condición de manera adecuada.

¿Que es el ojo de gallo plantar?

El ojo de gallo en la planta del pie, conocido médicamente como heloma plantar, es una formación de piel endurecida que aparece en la planta del pie. Este tipo de callo plantar es particularmente común en áreas de alta presión bajo el pie, como la base de los dedos o el talón.

La dureza en la planta del pie puede causar incomodidad al caminar o al estar de pie durante períodos prolongados. Esta condición no sólo afecta la movilidad, sino que también puede alterar la forma en que una persona camina, tratando de evitar el dolor, lo que podría llevar a otras complicaciones posturales.

¿Por qué salen los ojos de gallo en los pies?

La piel desarrolla el ojo de gallo como una forma de protegerse contra la fricción y presión continuas. Al endurecerse, la piel intenta amortiguar y proteger las estructuras subyacentes, aunque el resultado puede ser doloroso y molesto. Tratar la causa subyacente y proteger el área afectada son la clave para prevenir y tratar los helomas. Estos tipos de callos, generalmente, se desarrollan debido a:

  • Zapatos inadecuados: El uso de zapatos que no ajustan correctamente, ya sean demasiado ajustados, demasiado flojos o con un diseño que pone presión sobre ciertas áreas del pie, es una causa común de los ojos de gallo.

  • Deformidades en los pies: Las personas con deformidades en los pies, como dedos en martillo o juanetes, son más susceptibles a desarrollar ojos de gallo debido a que estas deformidades pueden causar puntos de presión inusuales cuando los pies están calzados.

  • Caminar o estar de pie por períodos prolongados: La presión constante sobre los pies debido a estar de pie o caminar durante largos periodos también puede fomentar la formación de estos callos.

  • Falta de amortiguación: No usar suficiente amortiguación en los zapatos puede llevar a una presión excesiva en ciertas áreas, contribuyendo al desarrollo de ojos de gallo.

  • Anomalías en la marcha: Un patrón anormal al caminar puede distribuir el peso de manera desigual a través de los pies, causando fricción y presión en puntos específicos.

 

¿Cómo saber si tengo un ojo de gallo? Síntomas comunes

Si sospechas que tienes un heloma, hay varios síntomas y características que puedes buscar para identificarlo. Recuerda que el ojo de gallo suele aparecer entre los dedos de los pies. Aquí te detallamos los más comunes:

  1. Área endurecida de la piel: Notarás una pequeña área de piel que se ha vuelto más dura y gruesa en comparación con la piel circundante. Esta área endurecida puede ser claramente distinguible.

  2. Forma y tamaño: Los ojos de gallo tienden a ser redondos y con un centro más duro. Son relativamente pequeños pero profundamente incrustados en la piel.

  3. Dolor al presionar: El ojo de gallo suele ser doloroso al tacto y cuando se aplica presión directamente sobre él. Este dolor es debido al núcleo central del callo que presiona los tejidos y nervios subyacentes.

  4. Ubicación: Comúnmente se localizan en áreas de alta presión y fricción, como los dedos de los pies, las zonas entre los dedos, y en ocasiones, en la planta del pie. Pueden aparecer en lugares donde el calzado roza o aprieta.

  5. Dolor al caminar o usar calzado: Puedes experimentar aumento del dolor al caminar, correr, o simplemente al llevar puesto zapatos que ejercen presión sobre el ojo de gallo.

  6. Aspecto central más oscuro o más duro: A menudo, el centro del ojo de gallo puede parecer más oscuro y sentirse más firme que el tejido circundante debido a la acumulación de queratina.

Si identificas estos síntomas y el dolor se vuelve problemático o impide tus actividades diarias, puede ser útil consultar a un profesional de la salud, como un podólogo, para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados. Ellos pueden ofrecer soluciones como almohadillas protectoras, ajustes en el calzado o procedimientos para eliminar el callo de manera segura.

Foto de ojo de gallo en el dedo del pie

¿Cómo curar y eliminar el ojo de gallo en los pies? Tratamientos efectivos

Para quitar un ojo de gallo en los dedos del pies, entre los dedos o en la planta del pie, generalmente, hay que realizar varios pasos, que pueden incluir tanto cuidados en casa como tratamientos de un podólogo profesional, si el problema es persistente o doloroso. Te contamos algunas opciones que puedes tener en cuenta:

  1. Calzado adecuado: Usar zapatos que ajusten bien y proporcionen suficiente espacio para los dedos es crucial. Preferir aquellos con soporte adecuado y amortiguación. Es crucial usar zapatos cómodos y adecuadamente ajustados que no aprieten los pies ni causen fricción en las áreas sensibles. Zapatos que ofrecen un buen soporte y espacio suficiente para los dedos pueden prevenir la formación de nuevos callos.

  2. Protectores o almohadillas para callos: Estos productos ayudan a reducir la presión sobre el ojo de gallo y alivian el dolor. Están disponibles en farmacias y tiendas especializadas.

  3. Hidratación con cremas: Aplicar cremas que contienen ácido salicílico puede ayudar a suavizar los callos y mantener la zona hidratada. Sin embargo, estas deben usarse con precaución, especialmente en personas con diabetes o circulación pobre.

  4. Quiropodia: Puede ser necesario consultar a un podólogo, especialmente si el heloma es recurrente o muy doloroso. La quiropodia es un tratamiento efectivo para eliminar el dolor, eliminando cuidadosamente el callo.

  5. Quiropodia: tratamiento efectivo en cuanto a la eliminación del dolor, ya que lo que hacen los podólogos en la quiropodia es retirar la lesión de queratina acumulada para que deje de hacer presión y así el alivio de la sintomatología es inmediato.

  6. Remedios caseros: Algunas personas encuentran alivio remojando los pies en agua tibia y usando piedra pómez para suavizar la piel. Sin embargo, estos métodos deben usarse con cuidado para evitar daños en la piel.

Vamos a profundizar en los remedios caseros, por su fácil tratamiento y que puede ser de gran ayuda si el heloma no es demasiado doloroso o crees que pueda estar infectado. Por ejemplo, si está enrojecido, caliente, supurando, o doloroso de una manera que no es típica para un callo, es importante consultar a un profesional de la salud. 

¿Cómo quitar un ojo de gallo en casa? Remedios caseros para aliviar el dolor

Quitar un ojo de gallo en casa y aliviar el dolor asociado puede hacerse con varios remedios caseros y cuidados generales. Estos métodos buscan suavizar la piel dura y reducir la presión en el área afectada. Aquí tienes algunas opciones:

1. Poner los pies en remojo

Prueba a sumergir tus pies en agua tibia. Esto ayudará a ablandar la piel del ojo de gallo, haciéndola más fácil de tratar. Puedes agregar a este baño sales de Epsom o aceites esenciales como lavanda o eucalipto para mejorar el efecto relajante y suavizante.

2. Exfoliación con piedra pómez

Después del remojo, es efectivo usar una piedra pómez o una lima para pies para frotar suavemente el área afectada. Realiza esto con cuidado para reducir la piel endurecida sin dañar la piel sana alrededor del callo.

3. Crema hidratante, pomadas o queratolítica

Aplicar una crema hidratante o queratolítica que contenga ingredientes como urea, ácido salicílico o ácido láctico puede ser muy útil después de exfoliar. Estas pomadas ayudan a disolver la piel dura y a fomentar la renovación celular, suavizando efectivamente la zona del ojo de gallo.

4. Aplicación de Vinagre de Manzana

Otro remedio casero incluye la aplicación de vinagre de manzana. Remoja una bolita de algodón en vinagre de manzana, aplícala sobre el ojo de gallo y fíjala con un vendaje durante la noche. El ácido del vinagre puede suavizar la piel dura, facilitando su posterior eliminación.

Opciones de protectores para ojos de gallo: parches, tiritas y apósitos

Usar protectores de callos o almohadillas de callos también es una buena estrategia. Estos productos se colocan directamente sobre el ojo de gallo para protegerlo de la presión adicional y reducir el dolor cuando caminas o te mueves.

Productos como los parches Compeed para ojos de gallo están diseñados para adaptarse a la forma del pie y proporcionar un alivio continuo. Estos parches funcionan como una barrera protectora contra la fricción adicional y ayudan a mantener la hidratación de la piel, suavizando el callo.

Existen también otras opciones en el mercado como las tiritas específicas para ojos de gallo, que se pueden encontrar en farmacias. Estas tiritas están especialmente diseñadas para adaptarse a áreas pequeñas como las que se encuentran entre los dedos, donde los  helomas interdigitales, son comunes. Este tipo de tiritas de venta en farmacias, a menudo, contienen medicamentos que ayudan a suavizar la piel mientras protegen el área de más presión. Pero ten cuidado con estos callicidas, que pueden empeorar el heloma si no se usan adecuadamente. 

Además, se pueden utilizar protectores de silicona, que son reutilizables y particularmente útiles para proporcionar un amortiguamiento efectivo. Estos protectores se ajustan al contorno de los pies y reducen significativamente la presión en las áreas afectadas.

En tiendas como Mercadona, se pueden encontrar apósitos para ojos de gallo, que son similares a los parches y tiritas pero a menudo vienen en diferentes tamaños y formas para cubrir áreas específicas.Son fáciles de aplicar y pueden ofrecer un alivio inmediato al crear un entorno protegido que reduce la fricción y la presión.

El uso de estos productos, como los parches, las tiritas, los apósitos, y los protectores de silicona, es una manera excelente de manejar el dolor y la incomodidad asociados con los ojos de gallo, al mismo tiempo que se facilita el proceso de curación al mantener la piel protegida y suavizada.

Recuerda ser paciente y consistente con estos métodos, ya que llevará tiempo ver mejoras significativas. Si los síntomas persisten o el dolor es severo, considera consultar a un podólogo para tratamientos más específicos o la remoción profesional del callo. Evita cortar el callo por tu cuenta para prevenir el riesgo de infecciones.

¿La cirugía es la mejor solución para los ojos de gallo en los pies?

Este tipo de operación puede ser considerada una opción efectiva, especialmente en casos donde otros métodos no han proporcionado alivio suficiente o cuando el dolor es significativo y afecta la calidad de vida del paciente. La eliminación quirúrgica del heloma puede proporcionar un alivio rápido y duradero del dolor, y en muchos casos, ofrece una solución a largo plazo. Sin embargo, también es importante tener en cuenta otras causas, como deformidades en los pies o el uso de calzado inapropiado, para intentar que no vuelva a aparecer.

Por otro lado, la cirugía lleva consigo riesgos inherentes como infección, complicaciones de la anestesia, y el tiempo de recuperación necesario. Por estas razones, muchos podólogos suelen recomendar primero métodos menos invasivos, como el uso de protectores de callos, cambios en el calzado, y cuidados de podología regular.

Esperamos que te haya sido útil este artículo sobre qué es y como quitar un ojo de gallo en el pie. Aunque, pueden ser muy molestos, pero con el calzado adecuado y los cuidados apropiados, puedes gestionarlos eficazmente. Si persisten o causan mucho dolor, consulta con un podólogo especializado para encontrar una solución duradera.

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